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lunes, 2 de agosto de 2010

El dolor de ya no ser...

Se corrió el Gran Premio de Hungría, décima segunda prueba de la temporada, y el nivel de Michael Schumacher continúa dejando muchas dudas. La acción nefasta que protagonizó el piloto alemán contra su ex compañero, el brasilero Rubens Barrichello, al arrinconarlo contra el muro en una de las vueltas finales, en un hecho que de haber pasado a mayores podría haber generado consecuencias graves, implica solo una muestra más del flojo momento que está atravesando el múltiple campeón mundial.
Regresó Schumacher y rápidamente se pudo comprobar que el fenómeno que genera está mas sustentado en su imagen y su jerarquía que por lo demostrado en los circuitos, y al propio piloto se lo vió varias veces ofuscado, molesto, incómodo, en una clara demostración de que la nueva Fórmula 1 ya no le sienta tan bien como si ocurría años atrás. Tras la partida del heptacampeón alemán y el reinado del español Alonso a mitad de la década, hoy en día no se vislumbra un nombre predominante en el circuito, y cada temporada surge un nuevo aspirante al título, dando muestras de la constante renovación que padece o goza (depende del caso) la Fórmula 1. Lo cierto es que después de la crisis que sufrió el gran circo del automovilismo en 2008 y 2009, la vuelta de "Schumi" sirvió para fortalecer al Gran Premio desde lo económico y lo comercial, pero dejando muchas deudad desde lo estrictamente deportivo. Schumacher ya no es el mismo, y no hace falta ser un especialista para darse cuenta de ello. En lo que va de la temporada, no ha logrado subirse al podio, aunque si ha conseguido terminar varias veces en la cuarta posición, algo muy pobre teniendo en cuenta lo que representa el Kaiser históricamente.
Por el acto desafortunado que cometió, Schumacher ha sido sancionado por el Comité de Disciplina y perderá 10 posiciones en la parrilla de salida de la próxima carrera a disputarse en Bélgica los días 27, 28 y 29 de Agosto. Si bien el alemán ha protagonizado varias maniobras imprudentes en otras oportunidades (inclusive en esta temporada en el GP de Mónaco cuando fue sancionado por adelantar a Alonso con el Safety Car en pista) la mala jugada que le propinó a Barrichello implica una señal de que las cosas no andan bien para el gran campeón. Hay que tener en cuenta que el alemán realizó la maniobra en un intento por conservar el décimo lugar que apenas otorga un punto. El piloto brasilero pidió la descalificación inmediata de Schumi, pero la FIA lo "perdonó" con una sanción mucho más leve.
Al mando de su Mercedez, Schumacher deberá demostrar algún tipo de evolución en los siete premios que quedan, no solo para terminar la temporada en una posición aceptable, sino además para no continuar rifando su prestigio. En su pasado, el alemán fue el rey exclusivo del circuito, y solo él sabe el esfuerzo y el sacrificio que implicó alcanzar siete títulos. Solo él sabe lo que le costó llegar y luego mantenerse en lo más alto del pedestal. Será cuestión de su propia experiencia y sabiduría de, al final de la temporada, reflexionar si está para continuar compitiendo a la par con el resto de los mortales o, de una vez por todas y como corresponde, retirarse a gozar de los laureles obtenidos.

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